Roland Duchatelet se presentó el jueves 13 de febrero en Santo Domingo. Jersey azul, camisa blanca con el cuello sobresaliendo, pelo canoso, informal pero apañao y con ese aire despreocupado de la gente que lo tiene todo y busca nuevos objetivos para no aburrirse.
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Roland Duchatelet en el césped de Santo Domingo |
Duchatelet es un
empresario belga de 68 años, que el pasado 10 de enero compró el Alcorcón por unos
4 millones de euros y que además posee otros cuatro
clubes en Europa: el Charlton Athletic inglés, el Standard de Lieja belga, el
Carl Zeiss Jena alemán y el Ujpest húngaro.
El sueño de éste sexagenario belga en el Alcorcón
es tan bonito como utópico. Su idea es convertir el club amarillo en un punto
de encuentro de todos los vecinos de la ciudad. Conseguir que la gente sienta
el equipo en el corazón y a partir de ahí crecer, tanto en masa social como en calidad
para acabar jugando en Primera División. Qué fácil es decirlo y qué difícil parece
hacerlo.
Eligió el Alcorcón por su estabilidad financiera,
porque no tiene deudas y porque con poco dinero ha hecho grandes cosas, como
jugar los Play Off de ascenso los últimos dos años. Había otras opciones en
España, pero prefirió el equipo alfarero porque está en Madrid y eso según él
significa que hay una dinámica positiva de la sociedad que se puede aprovechar
para conseguir su objetivo.
Como todos ésta temporada, Duchatelet se ha dado
cuenta de que la plantilla tiene calidad pero le falta gol. Por eso, y aunque
no creo que quiera hacer alineaciones, dejó caer que para meter goles ha traído
al delantero israelí Dudu Biton en el pasado mercado de invierno, o al media punta
uruguayo, de 18 años, Guillermo Méndez.
Es una práctica habitual de éste belga, comprar
un club y traspasar jugadores entre ellos. Según él porque los jóvenes son la
base del fútbol y todos deben tener oportunidades de jugar, conocer y crecer en
otros países y en otras ligas. Pero a mí me viene el recuerdo del Leganés del
argentino Daniel Grinbank, que, en el 2003, quiso usar a otro club de Madrid
para que fuera el escaparate de jugadores propios a los que quería colocar en Europa.
Usó al Lega para su negocio personal y cuando vio que la cosa no salía cómo
esperaba dio la espantada a mitad de temporada y dejó a los pepineros en
Segunda B, de dónde no han salido hasta la fecha.
Aunque Duchatelet se ha cuidado mucho de dejar
claro que su gestión nada tiene que ver con la del Granada de la familia Pozzo,
ni con la del indio del Racing al que ha costado tanto echar de Santander. El
belga dice que él es un gestor económico que se va a apoyar en la gente que
sabe y conoce el Alcorcón. Por eso aprovechó para desvelar que la destitución
de Miguel Álvarez y la vuelta de Pepe Bordalás fue con su consentimiento, pero
aconsejada por la parcela deportiva amarilla.
A mí no me dio mala impresión el tipo. No creo
que esté intentando engañar a nadie, aunque a lo mejor me dejo llevar más por
el corazón que por la cabeza. Pero que nadie espere que el Alcorcón va a
disparar su presupuesto para la próxima temporada y que va a hacer grandes
fichajes, pues el CSD y la LFP no permiten inyecciones económicas en las SAD y
tanto los gastos como los ingresos están ahora muy controlados.
Ojalá le salga todo bien, por lo que me toca.
Porque ésta es mi tercera temporada siguiendo al Alcorcón y su sueño del
ascenso también lo he hecho mío de alguna manera. E incluso puede ocurrir esta
misma liga, porque la Segunda está tan apretada que tres victorias te meten
arriba y tres derrotas te hunden abajo y el Alcorcón ahora mismo tiene todo
igual de cerca que lejos. Y con el regreso de Bordalás, el equipo ha recuperado
la seguridad defensiva, la verticalidad ofensiva y la actitud que con Álvarez
había perdido. Toca menos, pero saben hacia dónde van. Ya hasta tiran a puerta
y todo.
Lo dicho, que la llegada de Duchatelet de verdad
sea porque el belga quiere hacer negocio ayudando a crecer a un club modesto
para que viva en el Olimpo de los Dioses. Y que no sea un negocio personal para
la venta de sus propios jugadores y engordar su capital particular, porque en
España, de listos, chorizos, ladrones, aprovechados y pícaros estamos ya hartos,
que para eso tenemos políticos, que afortunadamente, aún no se han metido a
negociar con nuestro deporte.
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