lunes, 25 de agosto de 2014

LA OTRA CRÓNICA DEL LEGANÉS | Un error y una caída

  • El Leganés volvió a Segunda con un empate, con una gran imagen y buenas sensaciones
  • Butarque se vistió con media entrada, unas 4.000 personas en un estreno caluroso

Paradón de Manu Fernández tras disparo de Eizmendi

Reconozco que me levanté nervioso. Con esa sensación de que iba a ser un gran día. Y lo fue. A las seis me fuí a Butarque, antes que normalmente, antes que en Segunda B. Porque los estrenos hay que saborearlos desde el principio, viendo el primer contacto de los jugadores con el césped, cómo crece la multitud en la grada y como aumenta la expectación según se acerca la hora del partido.

Ficha del Leganés 1 - Alavés 1. Jornada 1 en Segunda
Antes del comienzo aumentaron mis nervios, llevaba dos meses sin narrar en Carrusel y eso se nota, y llevaba 10 años sin hacerlo por línea en Butarque. Monté el equipo y como hacía el calor de las tardes de verano en las cabinas de prensa bajé al servicio y a por agua. Con tan mala suerte que tropecé en las escaleras. Caí cuatro o cinco escalones, lo mismo me vistéis alguno. Si no me llegó a agarrar a la barandilla la hostia podía haber sido increíble. Resultado: un golpe en la rodilla izquierda que me dejó cojo toda la tarde.

Sobre el césped, el Leganés se quitó la presión de encima mucho antes que yo. Y a los siete minutos estalló Butarque por primera vez esta temporada. Fran Moreno volvió loco a Manu en la línea de fondo y su pase al punto de penalti lo empujó Alberto Martín para marcar su primer gol con el Lega y el primero del Leganés en su vuelta a Segunda. Mi emoción era tal y el éxtasis tan inenarrable que canté gol de Alberto en Carrusel y se me fue tanto la cabeza que acabé diciendo que el gol era de Álvaro García en un error imperdonable que pasará a la historia en el retorno, tanto que hasta me da vergüenza recordarlo.

Volví a la cabina de Butarque con el micrófono amarillo de la Cadena SER
Y a partir de ahí fue un monólogo pepinero con el que disfrutamos todos durante una hora. Eizmendi era un puñal en la banda izquierda. Fran Moreno dibujaba pases impensables sobre la defensa vitoriana. Carlos Àlvarez estaba tan vivo como en los Play Off. A Rubén Peña se le quedaba corto el carril derecho. Y sobre todo, Diamanka. El senegalés es el motor de Garitano en el campo. Soportó todo el juego del equipo, todo nacía en él y con él. Asier quería un equipo atrevido y tuvo más de lo que había deseado.

El Leganés mereció marcar el segundo y el tercero. Pero como dice el tópico, los goles no se merecen, se marcan. Y con diez, tras la expulsión merecida de Galán por derribar a Eizmendi, lo marcó el Alavés. Lo consiguió en el único error que cometió el Lega. Centro de Juanma que no despeja Queco en su salida. Barreiro no llega a rematar desde el suelo. El portero intenta sacarla, pero Postigo, en un intento desesperado por despejar la metió sin querer dentro. El Alavés se llevó un premio que nunca mereció.

Luego vinieron la volea de Eizmendi, el cabezazo de Postigo, el remate de Diamanka y el disparo cruzado de Borja Lázaro tras la dejada de Prendes que nos pudo dar la victoria en el descuento. Pero nada empaña la gran imagen, las buenas sensaciones y la ilusión que nos dejó el estreno. Hubo un fallo, si. Un error. Pero cuando te caes te levantas, como hice yo en las escaleras para volver a la cabina y contaros el partido.


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